En el cuarto de los vídeos de la saga nos muestran o quieren enseñar la parte más lógica de la parte más ilógica, que fue en el hecho que marcó un antes y un después en la historia de la religión católica: la resurrección.
Para empezar es un término que no ha de confundirse con reencarnación, ya que esta sería la vuelta a la vida de un alma pero se produce en otro cuerpo u otro ser (por ejemplo animales), con lo cual no es lo mismo.
Segundo la simbología que tiene la vida en un sentido fundamentalista: cuando te das cuenta de que nada dura y la vida se termina acabando es cuando más valoras la propia vida y es ahí el rol fundamental que toma la muerte, no solo dentro de la vida de los cristianos sino en la vida de cualquier persona. Bien, pues Dios, hecho hombre, es decir, Jesús, rompe esa barrera, abriendo así además, el cielo para todos.
Pero no hemos venido a hablar exclusivamente de esto, es más, comenzamos hablando de que el vídeo trata la parte más lógica: por un lado, que Pilato puso guardias en la puerta del sepulcro, para evitar que alguien, como por ejemplo sus discípulos, robasen el cuerpo, debido a lo que predicaba Jesús, algo que prevenía de esto; por otro, que las primeras que fueron al sepulcro fueron las mujeres, primeras testigos de la resurrección, algo ilógico, teniendo en cuenta el rol o la poca credibilidad que tenía la mujer en esa sociedad y esas fechas hubiera tenido más sentido para dar credibilidad a el mensaje que fueran los hombres de su círculo los que le hubieran “dado bombo”, pero no; mientas que de otra parte, todos lo sabemos, somos reacios al cambio, y si es así, un suceso de tal magnitud debió de remover cielo y tierra, así pues debió de ser tan impactante que los propios discípulos y seguidores más cercanos fueron los primeros en morir por mantenerse fiel a sus ideas y lo que habían vivido, inexplicable cuando es tu propia vida la que está en juego renegar de algo sabiendo que es mentira, por ello fue tan chocante y la gente creyó.
Todos estos aspectos son tratados en la 4ª parte de “El sentido busca al hombre: El sepulcro vacío”, que viene como anillo al dedo tras el paso reciente de la Semana Santa.
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