De vez en cuando leo por redes sociales las frases "típicas" de culturas positivas que hacen referencia a la persona que serás en el futuro, de las que ya hemos hablado y que, según estos, serás aquella basada en las personas con las que compartas tu tiempo hoy, aquello en lo que te formes y los libros que leas. Pues bien, este es uno de esos libros y quien me propuso el préstamo ya ha participado conmigo en alguno de los trabajos referentes a la asignatura de Tendencias contemporáneas como es mi compañero Álex:
"Una locura", "el libro te abre los ojos", "te cuenta cosas sobre el cerebro y como funciona"...
me dijo...Así que, con el libro metido entre ceja y ceja solo me quedó esperar a recibirlo, así que allá vamos.
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Es uno de esos libros que uno como futuro maestro, como es mi caso (y prácticamente para cualquier profesión u ocupación en la que la comunicación, la transmisión de información entre personas y el entendimiento común sea necesaria) que deberían incluirse en el aspecto curricular en algún punto determinado de dicha formación. Vamos, como cuando te mandaban leer el Quijote en la ESO, pero esta vez con un sentido mucho más práctico, más para el día a día.
El libro trata principalmente sobre el estudio de la Programación Lingüística, que de primeras a más de alguno debería sonarle, puesto que aparece en el temario de una asignatura de primero de nuestra carrera de Magisterio, pero ni en temario se hace interesante, ni te lo saben "vender", ni se profundiza lo suficiente...Un desastre.
Trata aspectos como la relación de la mente con nuestro cuerpo, como el entorno que nos rodea, bien sean personas, clima, culturas, etc. se comunica con nosotros de una u otra forma nos crea y conforma la forma de pensar y actuar que provocará nuestro entendimiento hacia una u otra dirección.
Uno de los capítulos que más lioso me pareció pero a la vez más fundamental es dentro del libro es uno en el que muestra al lector los distintos "cajones" y su funcionamiento dentro del cerebro, no para que el lector sea consciente de los suyos y recapacite sobre como es él mismo, sino para exponerle la gran diversidad de conexiones que el cerebro tiene para dirigir la información a través de distintos códigos y canales. Los "metaprogramas" que divide en simples y complejos engloban la forma en la que se organiza cada persona para entender lo que le llega, de ahí la gran dificultad que existe para transmitir y llegar a 25-30 alumnos, que cada cual tiene una combinación distinta y particular de metaprogramas, en una clase para que todos reciban y capten el mismo o similar porcentaje de información (o sentimientos, valores, etc...) y de ahí el gran reto que supone para nosotros maestros del futuro aplicar en nuestras aulas.
Factores tan determinantes como la voz son un elemento tan diferencial en la comunicación, sabiendo que hasta un 90% de lo que transmitimos reside más en el cómo que en el qué decimos. El tono, la modulación, el volumen, la postura corporal serán aspectos a tener en cuenta en nuestra comunicación dentro del aula de la vida.
Pero tan importante es lo que decimos como el "feedback" que recibimos de quien nos escucha, los ojos siempre han sido el espejo del alma y es porque tras ellos se encuentra la fuente directa de información, y muchas veces recurrimos a ella inconscientemente, buscando en nuestros cajones, dónde guardamos esto o aquello. Una escena muy curiosa si tenemos en cuenta hacia donde se refiere de nuestros hemisferios cerebrales y qué información se busca...Un ojo aquí:
No desvelaré el libro por completo, ya que para quien esté interesado, le recomiendo el libro completo, porque como dijo Álex, y con gran razón:
Muy interesante! Genial sigue así 👌💪