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Foto del escritorÁlvaro Carrillo

¡Oh capitán, mi capitán!

Con ese famoso inicio y fragmento del poema de Walt Whitman nos quedamos tras ver la película "El club de los poetas muertos" de 1989, cuya curiosidad por ver surgió a raíz del título de la película y mi gusto por la poesía, con tan buena suerte que me encontré una película relacionada estrechamente con la enseñanza y la perspectiva de las diferentes metodologías...



La película protagonizada por el ya difunto Robin Williams, quién interpreta al profesor John Keating, recién contratado en un conocido colegio privado, nos enseña la visión de un centro antiguo y riguroso que por su metodología estricta ha resultado salir exitoso durante años. Keating ex-alumno y ahora profesor sorprende por darle una vuelta a la metodología atrasada del centro, guiando a sus alumnos por medio de la poesía clásica al centro de sus emociones, para llevarlos a otro nivel, a alcanzar sus sueños, que piensen por ellos mismos, que sean críticos sin perder la educación, lo que lleva a uno de sus alumnos, Neil Perry, gran apasionado a la representación teatral a desobedecer las ordenes de su padre, que reprime esta faceta de su vida por miedo a dichas represalias del progenitor. Para no destripar la película, aclarar que tras determinados sucesos, el profesor Keating es expulsado, dando una última escena un tanto peculiar, en la que sus alumnos, ahora ex-alumnos, se revelan contra el director subiéndose a las mesas al grito de: ¡Oh capitán, mi capitán! Entendiendo que se ha cometido con él una gran injusticia y respaldando al profesor que sí consiguió su objetivo de crear alumnos críticos y libres, desde la emoción.



Como aspectos metodológicos sobre la emoción y nuevas metodologías encontramos escenas pateando balones al aire libre, recitando versos creados por ellos en función de sus sentimientos, ejercicios de acomodación de ritmos mientras recitan, subirse a la mesa del profesor para ver otra perspectiva de aquello a lo que quieren llegar a ser, el primer día de clase que los saca a ver las vitrinas de estudiantes pasados para sensibilizar del paso del tiempo e incidir en el Carpe Diem y en la primera lección que inician leyendo la parte más teórica del libro y les hace romperla del mismo. Momentos icónicos de una película que en mi opinión todo futuro maestro debería ver, sino es que la deberían poner a lo largo de una carrera que no se cansa de hacer alusión a las metodologías activas y participativas mientras que exponen temarios de forma clásica, aburrida y pasiva...


Sin duda esta película ha entrado en el top de mis producciones cinematográficas favoritas, aunando en una sola, mi vocación y mi pasión por la poesía.


Os dejamos aquí uno de los momentos de la película:


Y el poema de Walt Whitman:



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