Estrenamos sección hablando sobre uno de los temas, que, probablemente más crispación genera hoy día, por su controversia, sus extremismos y su tendencia actual hacia la separación y que por ello generalmente entre los jóvenes se evita hablar de ello abiertamente en público para no acabar con resentimientos hacia la otra persona.
Hoy día uno abre los #Instagram, #Twitter y compañía decidido a expresarse libremente, estar informado o simplemente desahogarse de sus penurias cotidianas, pues bien, en el ejercicio de esta nuestra querida #libertad no son pocas las veces que nos surgen “ofendiditos” por tal o cual tema y que a la mínima no dudan de catalogarte de algo que realmente no es ni de cerca aquello que tienen como idea, y esto viene de la radicalización de ideas contrapuestas a la que nos han acostumbrado en la sociedad en la que vivimos bajo el lema, parafraseando a #AnakinSkywalker en #StarWarsIII antes de iniciar la batalla final de la película frente a su ex maestro jedi #ObiWan, “Si no estás conmigo, eres mi enemigo”, y esto es terrible desde el punto de vista de que la política termina siendo o lo mío o nada, quedando en un mal lugar la concepción real del sentido de la política que es hacer pactos, alcanzar acuerdos, pero, ¿para qué? ¿Para quienes?
Frente a esto, ¿Qué nos queda?
Pues una sociedad sin consenso, dividida, en poder individual de la verdad absoluta y peor aún, sin poder hablar de ello porque total, “no vamos a llegar a nada” o “para acabar discutiendo, paso” y así con todo, porque a colación de esto nos encontramos de nuevo con las redes sociales, si, nuestros queridos Instagram, Twitter, etc…que en su empeño de mantenerte en su propia red, han desarrollado un algoritmo maravilloso que te muestra lo que quieres, en relación a tus gustos, preferencias y personas afines que refuerzan tu idea de que como planteábamos, “si no es MI negro, es mi blanco” (entendiendo la expresión con varios sentidos) lo que nos distancia más aún cuando coincidimos en persona frente a alguien que no es “mi negro”.
Y estarás pensando y en qué narices me toca a mí esto si yo estoy contento con mi negro mientras que no me lo toquen, pues bien lo estamos sufriendo estos días y es otra nueva Ley de Educación, si, lo que estás leyendo, otra nueva Ley de Educación, pero esta vez es la señora #Celaá, ¿Por qué me toca esto a mi si la reforma no me pilla en el colegio? Pues porque los niños que se educan hoy son la sociedad el día de mañana y si ni siquiera son (SOMOS) capaces de ponernos de acuerdo sobre la educación global conjunta y útil para nuestra futura (Y PRESENTE) sociedad.
Basta ya de hacer arreglos y parches como si nuestro #SistemaEducativo fuera un videojuego al que podemos ir cambiando pequeñas cosas de lo que alguien imparcial considera que no funciona.
Por lo tanto hagamos un uso crítico de aquello que nos concierne en nuestro entorno, recordar que los tonos grises existen en una conversación y no solo “mi negro” y una Ley de Educación que no sea un parche de videojuegos, esto es la vida real.
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